Lugares eternos!
Hay un lugar entre la tierra y el cielo
Donde se dan los mejores encuentros.
Esos sin día, sin hora, sin dirección, sin propósito.
Es un lugar por donde caminan los vivos, se recuerdan los muertos, juegan los duendes, se divierten las hadas, vuelan los silfos, se disuelven las larvas.
Un sendero secreto de encuentros asombrosos, inolvidables y eternos.
Como el primer beso, el primer abrazo, el primer amanecer con olor a amor entre las manos.
En ese sendero están las flores secas entre las hojas de un libro, que nos entregó ese a quien amamos.
Los nombres entrelazados en la corteza de un árbol.
La mirada brillante de quien te esperaba en la puerta cuando salías con la mochila y existía el uniforme.
En ese sendero se volaron los tiempos, crecieron tilos a la orilla del camino.
Y nacieron arroyos para sentarse sobre el pasto a esperar en silencio.
Hay un lugar entre la tierra y el cielo que son los momentos vividos, amados, angelados.
Que salen del corazón y se trepan por los lados de los cuadros de las mejores pinturas, por los cantos de los mejores libros, por los pentagramas de las mejores melodías.
Justo ahí te espero, en este tiempo o en otros senderos.
Donde se dan los mejores encuentros.
Esos sin día, sin hora, sin dirección, sin propósito.
Es un lugar por donde caminan los vivos, se recuerdan los muertos, juegan los duendes, se divierten las hadas, vuelan los silfos, se disuelven las larvas.
Un sendero secreto de encuentros asombrosos, inolvidables y eternos.
Como el primer beso, el primer abrazo, el primer amanecer con olor a amor entre las manos.
En ese sendero están las flores secas entre las hojas de un libro, que nos entregó ese a quien amamos.
Los nombres entrelazados en la corteza de un árbol.
La mirada brillante de quien te esperaba en la puerta cuando salías con la mochila y existía el uniforme.
En ese sendero se volaron los tiempos, crecieron tilos a la orilla del camino.
Y nacieron arroyos para sentarse sobre el pasto a esperar en silencio.
Hay un lugar entre la tierra y el cielo que son los momentos vividos, amados, angelados.
Que salen del corazón y se trepan por los lados de los cuadros de las mejores pinturas, por los cantos de los mejores libros, por los pentagramas de las mejores melodías.
Justo ahí te espero, en este tiempo o en otros senderos.
Bendiciones infinitas y nunca estamos solos.
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