domingo, 24 de mayo de 2015

En cierta ocasión llegó a la casa de Shi- Fu Tang Lung un joven muy arrogante pidiendo audiencia. No obstante el maestro se excusó y lo emplazó para el día siguiente. 
El joven, muy enfadado, lo miró desafiante y gritó:  Señor ¿acaso sabe quién soy yo?. 
A lo que mi maestro contestó:  Lo siento, pero ahora tengo que meditar porque todavía estoy intentando averiguar quién soy yo. 
Mañana, si viene antes, podrá decirme quién es usted
*✿*✿*✿
Inteligente respuesta .
La arrogancia quiere respuestas fuera de su envoltura , jamás comprenderá la evolución personal y menos , respetar la ajena.



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