En cierta ocasión llegó a la casa de Shi- Fu Tang Lung un joven muy arrogante pidiendo audiencia. No obstante el maestro se excusó y lo emplazó para el día siguiente.
El joven, muy enfadado, lo miró desafiante y gritó: Señor ¿acaso sabe quién soy yo?.
A lo que mi maestro contestó: Lo siento, pero ahora tengo que meditar porque todavía estoy intentando averiguar quién soy yo.
Mañana, si viene antes, podrá decirme quién es usted
*✿*✿*✿
Inteligente respuesta .
La arrogancia quiere respuestas fuera de su envoltura , jamás comprenderá la evolución personal y menos , respetar la ajena.
El joven, muy enfadado, lo miró desafiante y gritó: Señor ¿acaso sabe quién soy yo?.
A lo que mi maestro contestó: Lo siento, pero ahora tengo que meditar porque todavía estoy intentando averiguar quién soy yo.
Mañana, si viene antes, podrá decirme quién es usted
*✿*✿*✿
Inteligente respuesta .
La arrogancia quiere respuestas fuera de su envoltura , jamás comprenderá la evolución personal y menos , respetar la ajena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario