Gracias por los cuentos y las moralejas.
Por mi amor a la lluvia y mi gran necesidad de mar.
Por todas las personas que no me han entendido y han hecho que tuviera que aprender a explicarme mejor…
Gracias por ese viento fresco que viene y se lleva las miradas amargas.
Gracias por el otoño y su inmensidad ocre y roja.
Por el frío insoportable y el abrigo dulce.
Por la pasión sin cauce y por todos los besos, los recibidos, los dados, los soñados.
Gracias por este día y las noches silenciosas , pero llenas de poesía, de sonidos y luces.
Bendiciones infinitas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario