Sentada de cuclillas en la cama, ella lo miró largamente, le recorrió el cuerpo desnudo de la cabeza a los pies, como estudiándole las pecas y los poros, y dijo:
Lo único que te cambiaría es el domicilio.
Mario Benedetti.
Por rebeldía, apagué la luz de mi casa, pero tu cielo me ha sorprendido con sus estrellas. Tagore Entonces, una voz que latía y dijo: ...
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